La enfermedad de renander

Vamos a empezar nuestra nueva andadura con una de las lesiones más  usuales y desconocidas dentro del mundo del deporte en general. La “Enfermedad de Renander” u “osteonecrosis de los sesamoideos” pasa muy desapercibida, no por su dolor, ya que llega a presentar una clínica realmente insoportable, sino por la dificultad que al parecer presenta en su diagnóstico. Suele ser confundida con muchísimas otras patologías de naturaleza patomecánica de las que hablaremos en sucesivos artículos. Muchos de los que leáis este artículo perfectamente podéis encontraros en uno de los 3 estadios básicos de esta dolorosísima enfermedad.

¿En qué consiste la enfermedad de renander?

Os lo explicaré con un caso que traté hace unos meses. Paciente masculino de mediana edad, se presenta en la consulta con un dolor de 3 años de evolución, “exasperante” según él en la zona de apoyo del pie izquierdo al nivel de la primera cabeza metatarsofalangica. El paciente presenta un pie cavo, o lo que la gente me dice “un pie con mucho arco”, que no es exactamente correcto pero entendible. Toqué al paciente y las lágrimas casi brotan. Me comentaba el hombre que jugaba al baloncesto (por lo que los saltos, pivoteo, desplazamientos laterales se hacen punteando) y un día después del entrenamiento no podía apoyar el pie.

Me comentó que fue al médico, que lo derivó al traumatólogo y este señor sin ninguna prueba diagnóstica tipo Rayos X o una placa, le diagnosticó gota con el tratamiento correspondiente. Como seguía con dolor, fue al reumatólogo y le diagnósticó, por ciencia infusa, que el origen del dolor era una posible enfermedad de transmisión sexual. Bien es cierto que hay afecciones, por ejemplo talalgias, que son de naturaleza infecciosa, pero bajo mi punto de vista, la opción de lesión en esa zona, de la naturaleza que fuere, en un deportista que hace continuos movimientos repetitivos y que esto podría ocasionar alguna dolencia, debe resultar más verosímil que la opción de alguna enfermedad de naturaleza sexual. Evidentemente la analítica en este sentido dio negativa.


Cuando vino a mi consulta le mande una placa y ¡¡¡PREMIO!!! Imagen compatible con una osteonecrosis y dependiendo del estadio se aprecia destrucción, fragmentación del sesamoideo enfermo intercalándose zonas de rarefacción y condensación ósea. Resumiendo, el sesamoideo lo tenía hecho trizas y eso lo entendemos todos.

Para quien siga perdido: al jugar al baloncesto, el hueso sesamoideo medial, que se encuentra peor vascularizado durante años, favorecido por un pie cavo, donde se acentúa más la carga en esa zona, produjo una disminución puntual pero continúa de riego. Eso provocó con el tiempo la “muerte avascular del tejido óseo” de ese sesamoideo produciendo una necrosis aséptica. A veces el proceso se inicia con una leve irritación de la zona, bursitis, pero si se prolonga en el tiempo puede llegar a provocar la “muerte y fragmentación” parcial o total de sesamoideo…. ¿Más o menos ahora lo entendemos no?

Fijaos si desde un primer momento se le trata a este hombre siguiendo el canal habitual, algo sencillo como una buena historia clínica y una radiografía, que tampoco estamos pidiendo nada fuera de lo normal, la cantidad de sufrimiento que se le hubría evitado.


Tratamiento de la enfermedad de renander.

Al tratarse de una lesión por “sobrecarga” se inicia un tratamiento combinado de fisioterapia con función antiinflamatoria/antiálgica y regeneradora del sesamoideo a base de magnetoterapia e “INDIVA”. El tratamiento ortopodológico era relativamente sencillo porque consiste en descargar esa zona, la cabeza del primer metatarsiano y una estructura rígida pero con cierto “ballesteo” como es el polopropileno. Se trata de una plantilla absolutamente artesanal, utilizando un molde de escayola del pie del paciente y materiales de descarga estudiados en base a las características del individuo: altura, peso, actividad diaria y deportiva.



Después de unos meses el paciente mejora pero en este caso, la recuperación del sesamoideo alcanza unos tiempos de entre 1 y 4 años así que el camino aún es largo, pero eso sí, seguro.

El objetivo de estos artículos es sencillamente enseñar al lector a poder identificar ciertas “situaciones”, poder interpretarlas y tomar decisiones rápidas para evitar cronificar lesiones que, en condiciones normales, sanarían con cierta celeridad y evitarían gasto sanitario, tanto a la sanidad pública como al bolsillo del paciente, sin contar con el sufrimiento y dolor ahorrado.

Clínica Podología Aquiles: https://www.foroatletismo.com/lesiones/enfermedad-de-renander/